Ante las cada vez más exigentes normativas, la prefabricación en la edificación se convierte en el futuro de la construcción.
La prefabricación permite la programación y control de todos los procesos involucrados en la construcción, lo que permite conseguir estándares de calidad y eficiencia mayores que en la construcción tradicional.
Dentro de la prefabricación existen diversos sistemas, unos están basados en estructuras ligeras con fachadas independientes que generan muchas juntas y encuentros. Existen otros sistemas basados en muros estructurales continuos con juntas en esquinas únicamente. Estos sistemas, al tener menos uniones, permiten conseguir estanqueidades al aire mucho mayores y de manera asegurada.
Se trata de uno de estos sistemas modulares prefabricados con paneles de hormigón aligerado con arcilla expandida, sistema CMI (Construcciones modulares industrializadas CMI CASAS MODULARES) el que tuvimos ocasión de comprobar en Rebollo Ingeniería, con termografías, termoflujometrias (medición del coeficiente de transmisión térmica “in situ”) y el test blowerdoor. Los resultados superaron las expectativas.
TERMOGRAFÍAS
Las termografías arrojaron datos de ausencia de puentes térmicos y una gran continuidad de aislamiento.

COEFICIENTE DE TRANSMISIÓN TÉRMICA
Las termoflujometrias arrojaron valores del coeficiente de transmisión térmica exactamente iguales a los esperados según cálculos, con lo que la prefabricación de CMI asegura que las desviaciones en obra no existan.

TEST BLOWER-DOOR
El test blower Door arrojó valores (renovaciones de aire/hora=n50) que mejoran a los esperados quedando cercanos al estándar passivhaus sin haber diseñado dicha edificación con los condicionantes requeridos por dicho sello.
Los valores manejados para evaluar el n50 vienen reseñados en la EN-ISO 13790, y son los siguientes:

En el caso de la vivienda ensayada el resultado fue de n50 = 2,76 (<4 valor requerido para unifamiliares con nivel alto de estanqueidad), con detalles puntuales a resolver en el ajuste de una carpintería y en la chimenea, así como en una puerta de acceso al garaje incorrectamente instalada. Es decir, resolviendo esos detalles puntuales se habría llegado a valores cercanos a 1 fácilmente. El valor requerido para el máximo estándar de calidad passivhaus es de n50 = 0,64, y para las viviendas de consumo casi nulo n50 = 2. [caption id="attachment_1164" align="alignnone" width="800"] VALORES TEST BLOWER DOOR[/caption]
Además, en la construcción industrializada, los recursos tanto de materiales como de energía son mucho menores que en la construcción tradicional con lo que la influencia en el medio ambiente siempre será sensiblemente inferior en comparativa.
El futuro de la construcción es evidente que se dirigirá hacia una mayor prefabricación por conseguir mayores estándares de calidad, en menores plazos y a unos precios más ajustados.
Los arquitectos tienen una herramienta nueva para diseñar con total libertad y a la vez conseguir resultados de una edificación industrializada.