He tenido la oportunidad de volver a Menorca un año más, y entre las muchas cosas que llaman la atención de la vida en la isla, una de las más destacadas es el tipo de construcción, siempre sostenible y respetando el impresionante paisaje de la isla.
Una de las singularidades del sistema de construcción Menorquín es cómo organizan las cubiertas, generalmente de tejas pintadas de blanco, que rematan con canalones y bajantes ejecutadas en teja también, como la que presento en la foto adjunta perteneciente a un restaurante precioso de la isla.